¿Qué garantía tiene un coche de segunda mano?

Como decía la canción, “Depende…”. No hay una garantía estándar para los vehículos de segunda mano y varía según el acuerdo entre el comprador y el vendedor. Por otra parte, en los términos generales incluidos típicamente en cualquier certificado de garantía, hay varias observaciones que tratan de aclarar qué es una avería y qué no lo es.

No está cubierto:

Por ejemplo, cualquier síntoma que pueda achacarse a una reducción paulatina del rendimiento del vehículo debido a su antigüedad o su kilometraje se considera algo normal en cualquier coche. Otro caso similar es el de las operaciones de mantenimiento o mejoras tales como la sustitución de los amortiguadores, del embrague o de los discos y pastillas de freno, así como la sustitución preventiva de piezas no dañadas durante una reparación.

Si está cubierto:

Por otro lado, las indemnizaciones comprenden todos los costes de reparación de cualquier avería que tenga cobertura, incluyendo la mano de obra del vehículo asegurado. También se incluyen los trabajos externos cuando, por ejemplo, se requiere la reparación de un componente cubierto por parte de una empresa especializada.

Lo más habitual es que las coberturas sean más o menos amplias en función de los años y los kilómetros del coche, pero en todos los casos se incluyen averías internas del motor y de la caja de cambios. Si el vehículo es más moderno pueden entrar distintas partes más o menos susceptibles de sufrir una avería como el alternador, motor de arranque, bomba de agua, bomba de freno, colectores de admisión y de escape… Y así sucesivamente hasta llegar a los vehículos con menor antigüedad y kilometraje en los que la garantía puede cubrir casi todo lo que no sea un elemento de desgaste de forma parecida a la garantía del fabricante.

En todos los casos es imprescindible ceñirse a las instrucciones que vengan indicadas en el contrato de garantía, que a su vez suelen venir acompañadas de diversas formas de atención al cliente para facilitar la resolución de cualquier duda, para evitar las temidas exclusiones como, por ejemplo, acometer una reparación sin previo aviso o posponer la reparación y causar una avería aún más grave.

¿Merece la pena comprar un coche de segunda mano?

Estamos más que habituados a las continuas advertencias de muchos organismos oficiales sobre la elevada edad media del parque móvil de nuestro país. El camino lógico a seguir es promocionar la venta de coches nuevos pero resulta difícil no mirar hacia el mercado de segunda mano cuando todas las noticias apuntan a la subida de los precios y a los interminables plazos de entrega.

Por otro lado, la compra de un vehículo usado tiene ciertas consideraciones, de entre las cuales siempre destaca la del riesgo de problemas mecánicos. Además de una oportuna revisión por parte de un profesional cualificado y llevar a cabo una investigación previa sobre los modelos más fiables, es muy recomendable la contratación de una garantía mecánica que pueda responder ante una eventual avería.

La ventaja principal de un coche de segunda mano es el precio, pero no es la única. Por un lado, tenemos el aspecto de la depreciación que siempre va a ser más baja que la de un coche nuevo (se “pierde” menos dinero); y por el otro tenemos la posibilidad de investigar los modelos que han dado mejor resultado y evaluar la satisfacción de sus propietarios.

Conviene recordar que, aunque no sea lo normal, los coches nuevos no están exentos de tener problemas prematuros y es posible que se traduzca en campañas y llamadas a revisión que, si bien están cubiertas, pueden privar a su dueño de su uso, igual que pasaría con una eventual avería en un coche usado.

Si se toma una decisión tras informarse debidamente, la compra de un coche de segunda mano garantizado puede ser una inversión inteligente.

Compré un coche de segunda mano con garantía y he tenido una avería. ¿Qué hago?

No ponernos nerviosos, para empezar. El proceso mediante el que se tramita una garantía tiene una serie de pasos que conviene no pasar por alto si queremos sacarle partido. El error más común es acudir al taller y realizar una intervención sin haber avisado a la compañía; esto da lugar a que la empresa no pueda cerciorarse de que la avería ha existido, gestionar el eventual envío de un perito que pueda valorar debidamente la reparación o comprobar la validez del presupuesto del taller.

Esta y otras acciones pueden ser un argumento para no cubrir el pago de la intervención, lo cual es percibido erróneamente por el cliente como una forma de “lavarse las manos” y lleva a malentendidos y disgustos innecesarios.

Aquí hay algunos pasos a seguir en caso de sufrir una avería con una garantía mecánica:

Verifica tu cobertura:

Si no lo hiciste en el momento de la compra del vehículo, repasa los documentos de garantía que te fueron entregados para asegurarte de que estás cubierto. Es posible que haya algunas exclusiones específicas, por lo que es importante leer cuidadosamente todas las observaciones de la garantía.

Llama a la compañía que proporciona la garantía:

Te proporcionarán las instrucciones necesarias para poder reclamar la avería de la mejor manera posible. Proporciona información sobre la avería, como una descripción detallada de los síntomas o las condiciones en las que se ha producido.

Lleva el vehículo al taller lo antes posible:

No uses el vehículo mientras la avería persista para evitar un agravamiento del problema. Cerciórate de que acudes al taller adecuado siguiendo las instrucciones de la compañía y asegúrate de que ellos informen a su vez del problema antes de que lleven a cabo cualquier desmontaje.

Consulta las garantías:

Infórmate de la existencia de prestaciones adicionales por parte de la garantía, como pueda ser un vehículo de sustitución.

Permanece atento a cualquier solicitud de autorización por parte del taller o de la garantía:

A veces una intervención requiere de una o más visitas de un perito durante distintas etapas de la reparación a fin de certificar el origen de los daños.

Siguiendo estos pasos, puedes asegurarte de que estás cubierto y obtener una reparación rápida y eficiente con un ahorro considerable que te permita proteger la inversión de tu nuevo automóvil.

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